Las dos pasiones de Nativel Preciado son el periodismo y la narrativa. Aunándolas obtuvo en 2014 el Premio Lara con Canta solo para mí. Pero si nos remontamos a sus comienzos, la encontramos en su ciudad natal, Madrid, dando sus primeros pasos con el periodismo en 1966 en el diario Arriba y siguió en el diario Madrid de 1967 a 1971, mientras estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas y en la Escuela de Periodismo.

Nativel Preciado, periodismo y narrativa

A finales de los años sesenta comienza su labor como biógrafa, área en la que destacará en el campo del periodismo. Unos años después, durante la década de los setenta inicia su colaboración con Televisión Española y Radio Nacional y entra en las redacciones del diario ABC y de los semanarios Doblón y Opinión. Durante la transición fue cronista política y parlamentaria en Interviú, El Periódico Catalunya e Informaciones.

Nativel Preciado, periodismo y narrativa

En los años 80 funda junto con más compañeros la revista Tiempo. También participa en diversas tertulias como la de Luis del Olmo, El primer café, en Antena 3, y en la SER en los programas Hoy por Hoy, de Iñaki Gabilondo y Hora 25, de Carlos Llamas. Su trayectoria profesional es excepcional y ha obtenido multitud de reconocimientos, como el Premio Francisco Cerecedo en 1986, o el Víctor de la Serna en 1989.

Nativel Preciado, periodismo y narrativa

Escribe su primera novela, El egoísta, y queda finalista del Premio Planeta en 1999. Continúa su trabajo como novelista publicando Bodas de plata en 2003 y Camino de hierro en 2007 por la que obtiene el Premio Primavera de novela. En 2008 publica Llegó el tiempo de las cerezas, una novela de afilada sensibilidad que, según la crítica Pilar Castro, de muestra que su estilo es un concentrado que resulta del rigor, de la fluidez expresiva, la ausencia de artificio y respeto por las palabras leídas en otros.

Este mes tenemos la suerte de contar con las palabras de Nativel Preciado para nuestra editorial del almanaque de este mes. “Hay que parar, sumergirse en el agua de un hammam para limpiar el cuerpo, pero, sobre todo, la mente, gozar del momento sin ansiedad y recuperar la calma”, escribe. Y así nos gustaría que celebrarais el comienzo de noviembre.