Amor mío, ¿seremos la búsqueda del agua
o tal vez su pregunta y también su respuesta?
¿Seremos una bruma de vapor entre sombras
que lucha sin descanso cuerpo a cuerpo
contra el miedo a la nieve y el granizo?

Hammam: la pregunta del agua, por Isabel Pérez Montalbán
Aquí en el agua, entre los arcos,
aquí en los pétalos de mayo,
donde las velas y las cúpulas,
nuestra piel resucita y aquí donde
clausuran las heridas, donde aquí.

Allí está la batalla. Allí la muerte.
En mitad del gentío y la costumbre,
cristalizando el frío en los suburbios,
el frío por las venas escarchando el deseo,
el frío en el asfalto despeñándose.

Donde aquí, sumergidos frente a frente,
agua fría, templada, agua caliente y fría,
placenta de calor materno que nos mece,
templo abriendo sus puertas al cobijo
y el sonido constante del agua preguntando.

Pero los niños juegan, chapotean
en las aguas fecales de un Haití moribundo
y en el Ganges gobierna el sagrado contagio.
Pero mujeres de ébano caminan por su réquiem
buscando escasa el agua en el desierto.

Pero hay suicidas que anhelan su fin desde los puentes
y se extinguen las tribus de la selva amazónica.
Pero decreta el llanto la sequía en las huertas
y en los mares patera naufraga la esperanza.
¿Cómo ignorar del agua los estratos?

Hammam: la pregunta del agua, por Isabel Pérez Montalbán
Pero algunos encuentran glamour en las cloacas
y un tsunami devasta los establos edénicos.
¿Será la rebeldía del agua o su vendetta,
su furia o sus lecciones, sus manos o sus cuerdas,
su más bella oración o su agreste discurso?

Amor mío, salvemos el mundo en este sitio.
Como el aceite aroma las estancias
y un géiser se abre paso entre las rocas.
Como en el mar despunta un iceberg
y de un manantial mana agua bendita.

Como el agua que hiela en la alta cumbre
y un glaciar se desliza hacia la fuga.
Que el chocolate helado se derrita en el cielo,
que el zumo de los cítricos se rocíe en los páramos,
que se repliegue el hambre ante tanques de leche.

Que nosotros en todos y en brazos de cualquiera
extendamos un manto de agua limpia
que a todos purifique y a ninguno nos falte.
Como una primavera libertaria
que estalla en flores líquidas iguales para todos.