Contar emociones como sencillos cuentos que todos quieren aprender, con un lenguaje realista que sin embargo asume la magia y el temblor de la lírica. Es decir, contar y cantar, queriendo querer. Así es la poesía de Ben Clark (Ibiza, 1984), un escritor y traductor de origen británico que vive en Málaga, cerca de las playas de El Palo y que ha conseguido dedicarse plenamente a la literatura, comenzando a escribir muy joven. Con solo veintidós años obtuvo el Premio de Poesía Hiperión con un vistoso poemario titulado Los hijos de los hijos de la ira, en referencia a una generación hippy, de la que él mismo es vástago.

Así, desde su propia identidad hasta la sublimación de las ideas y la exposición de un mundo en crisis, al que hay que pasar revista para rescatar lo verdaderamente importante, lo que nos hace humanos, Clark destila poemas en un alarde contenido y capaz de trascender los sentimientos y las relaciones, siempre desde un punto de vista muy contemporáneo.

Además del mencionado, ha publicado los siguientes poemarios: Memoría (Huacanamo, 2009); Basura (Delirio, 2011); La mezcla confusa (VII Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande. UP José Hierro, 2011); Mantener la cadena de frío (escrito con Andrés Catalán, IV Premio de Poesía Joven RNE. Pre-Textos, 2012); La Fiera (Sloper, 2014), por el que obtuvo el Premio Ciutat de Palma Joan Alcover y el Premio El Ojo Crítico de RNE de Poesía 2014, Los últimos perros de Shackleton (Sloper, 2016).

Entre tantos reconocimientos, hace un año sorprendió a todos ganado el Premio Loewe de Poesía, con La policía celeste (Visor, 2018), a pesar de su juventud. Por diferente, por su inmersión el siglo XXI, por su apuesta por los recursos poéticos y por entender que el poeta es conciencia y creador del artificio de un idioma al servicio de su tiempo.

Por otra parte, ha sido becario de creación literaria en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores; en The Hawthornden Castle International Retreat for Writers, (Escocia); en The Château de Lavigny International Writers’ Residence (Suiza) y en la Fundación Valparaíso de Mojácar.

No menos interesantes son sus traducciones: Poemas de amor de Anne Sexton (2009), Poesía Completa de Edward Thomas (2012) y, junto a Borja Aguiló, la antología Tengo una cita con la Muerte (Poetas Muertos en la Gran Guerra) (2011). Además, junto al poeta Andrés Catalán, tradujo el poemario En otro momento (2013), del premio Pulitzer Stephen Dunn. Otras labores de traducción incluyen los libros de cuentos Diez de diciembre y Pastoralia del narrador estadounidense George Saunders.

Con este sobresaliente bagaje, Ben Clark nos llega al Hammam Al Ándalus, como autor del mes de septiembre. Nos visita con su poesía y su talante sin soberbia, alejado de convencionalismos, para proponer su sensación en las aguas, para sugerir belleza y redibujar el horizonte.

Foto de portada: Alberto de la Rocha.