Ali-Ibn Nafi Ziryab fue creador de tendencias en Al Ándalus. Poeta, músico, astrónomo, cantante y gastrónomo. Este iraquí que llegó a la corte de Abderramán II en Córdoba. Allí transformó la forma de comer, de servir la mesa y hasta de vestir de aquel momento.

Ali-Ibn Nafi Ziryab, el gastrónomo que modificó la forma de comer en Al Ándalus

Abu l-Hasan Ali ibn Nafi es más conocido como Ziryab. Fue uno de esos hombres que hoy llamaríamos del Renacimiento. Por todas las disciplinas en las que fue un prodigio. Solo que vivió unos siglos antes de esta época histórica, entre los siglos VIII y IX.

Ziryab significa mirlo (por la hermosa voz que tenía). Huyó de su ciudad natal porque su mentor comenzó a sentir celos de él. Entonces escribió al emir Alhaken I para ofrecerle sus servicios. Eeste aceptó encantado. Como al llegar a Córdoba Alhaken I había muerto, su sucesor, Abderramán II le acogió. Y le ofreció un palacio y un sueldo vitalicio.

Un cazador de tendencias andalusí

Ali-Ibn Nafi Ziryab, creador de tendencias en Al Ándalus

Parece que Ziryab llegó a Córdoba marcando tendencia. Y fue un referente de estilo en Al Ándalus. Era lo que hoy en día consideraríamos un coolhunter o cazador de tendencias. Yya que él juzgaba lo que era y no era elegante. Deslumbró a toda la sociedad de aquella época. Lo hizo con sus refinadas forma de vestir y manera de actuar. Era lógico, ya que llegaba directamente de su ciudad natal, Bagdad. Que estaba en un momento de máximo esplendor.

Creador de tendencias de moda y de belleza

Ali-Ibn Nafi Ziryab, el gastrónomo que modificó la forma de comer en Al Ándalus

Ziryab trasladó muchas de las costumbres de Bagdad a Córdoba y comenzó toda una revolución estética. Él fue el que propuso un calendario de la moda que consistía en vestirse según la temporada: “los vestidos de lino y sedas exóticas, el color blanco y las transparencias serían propios de primavera-verano”, leemos en un artículo de la Revista de Historia. Sin embargo los colores más sobrios y materiales más gruesos como la lana quedarían reservados para el otoño-invierno.

De esta manera Zyriab fue un gurú de la moda, pero fue mucho más allá, ya que también creó el primer instituto de belleza del mundo. Un lugar donde enseñaban técnicas de depilación, cosmética y peluquería. También puso de moda el flequillo en hombres, las pastas de dientes con buen sabor y el hábito de bañarse dos veces al día.

El instaurador del orden de los platos de nuestra gastronomía

Ali-Ibn Nafi Ziryab, el gastrónomo que modificó la forma de comer en Al Ándalus

Ziryab también revolucionó el mundo de la gastronomía, ya que hoy en día todos comemos primero las sopas, luego los entremeses, continuamos con el plato principal y finalizamos con el postre. Pero fue él quien estableció este protocolo. Ziryab era un sibarita que aportó a las recetas andalusíes del momento nuevos ingredientes que hasta ese entonces desconocidos, como los espárragos, que trajo de Bagdad.   

Parece que también se le atribuyen los dulces elaborados a base de frutos secos, especias y miel; así como las albóndigas, los sorbetes y un pisto andalusí, que en vez de tomates y pimientos (ingredientes que aún no había en el país por no haber llegado a América) llevaba membrillo. Este particular pisto se sirvió en la boda del hijo de Harum-al-Rasid, el califa de Las mil y una noches. Pero aquí no acaba todo, Ziryab introdujo la cuchara y las copas finísimas talladas en cristal, ya que anteriormente se usaban las de oro y plata. Así como los manteles de cuero fino.

Ante todo, genio musical

Ali-Ibn Nafi Ziryab, el gastrónomo que modificó la forma de comer en Al Ándalus

Lo más sorprendente es que, pese a todos estas aportaciones, Ziryab pasó a la historia por su trabajo en la música. Fue el precursor de la guitarra española porque le añadió una quinta cuerda al laúd y fundó el primer Conservatorio de Europa. Su obra fue muy prolífica, componiendo hasta 10.000 composiciones. Según Jesús Greus, autor de la novela Ziryab y el despertar de Al-Ándalus, este hombre polifacético ya hablaba de las propiedades terapéuticas de la música hace once siglos.

Músicos como Paco de Lucía le han rendido homenaje con su canción Ziryab. En Córdoba hay una calle con su nombre y el Conservatorio de Música de Córdoba se llama “Músico Ziryab”. En la ciudad también existe el coro Ziryab, que nació en 1993 y ha participado en importantes festivales como el Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba, el Congreso Internacional de Música de Cine de Úbeda o el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza.