La cara es el espejo del alma. Y decía Aristóteles que “el alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos”. A veces se nos olvida y nos abandonamos a las rutinas de las prisas. Dejamos de cuidarnos. Es tan sencillo como descubrir qué es bueno para nuestra piel y hacer de estos pequeños consejos rutinas.   

Todos los expertos coinciden. Lo mejor para cuidar de nuestra piel es proporcionarle el descanso y la hidratación que se merece. Dormir 8 horas, beber de 2 a 4 litros de agua al día y seguir una dieta saludable. Tres pilares básicos. Pero hay muchos más trucos, muy sencillos y caseros, que nos ayudarán a mostrar la mejor cara de nosotros mismos.

  • Hidrata tu piel con aceites naturales

Es tan fácil como darle a tu piel un masaje antes de dormir con un aceite natural y, preferiblemente virgen extra. Solo necesitas una pequeña cantidad. De oliva, de coco… Cuando acabes enjuaga tu cara con abundante agua tibia y seca de forma delicada con una toalla. No olvides limpiar tu rostro a la mañana siguiente antes de salir a la calle, ya que el aceite hidrata la piel, pero el contacto con el sol puede provocar manchas.

 

 

 

  • DetoxLibera toxinas

 

Solo hay cuatro maneras de liberar toxinas: orinar, deponer, respirar y sudar. Es recomendable que sigas una dieta saludable, pero todos tenemos días en los que es imposible no pecar. Por eso, seguir una dieta detox o purificadora de vez en cuando nos ayudará a eliminar estas sustancias de las que nuestro cuerpo no puede librarse por sí mismo.

 

 

  • Oxigenación para conseguir belleza y salud

Cuando privamos de oxígeno a una célula de nuestro cuerpo, esta muere. Hay muchos métodos para oxigenar nuestro organismo, pero las más sencillas son respirar bien, beber mucha agua y practicar deporte. Oxigenarte no solo es bueno para tu piel, también para tu cerebro y para evitar enfermedades.

 

 

  • Hidratación4Limpieza y exfoliación

 

Vivimos inmersos en una nube de contaminación. Aunque no lo creamos, al final del día nuestra piel estará llena de suciedad. Por eso es importante que acabes la jornada con un lavado de cara. Puedes hacerlo con un jabón suave y acabar con una pasada de algodón empapado en agua micelar por tu rostro. Hay muchos productos para una correcta limpieza diaria. También es recomendable que exfolies tu piel dos veces a la semana. Puedes elaborar un exfoliante natural con aceite de coco y azúcar. Masajea en círculos, deja actuar y enjuaga con agua tibia.

 

 

  • Hidratación

 

La piel se reseca y sufre con el frío y también con el calor. Elige una crema hidratante que vaya acorde con tu tipo de piel y aplícala después de la limpieza. No te olvides de que zonas más sensibles como los ojos necesitan su crema específica. De esta manera estás hidratando por fuera a tu epidermis.

 

 

  • Protégete del sol

 

Es imprescindible que tomes todas las precauciones necesarias cuando te expones al sol. No es ninguna broma que una exposición excesiva puede ser perjudicial para nuestra piel. Utiliza cremas con la etiqueta FPS, factor de protección solar.

 

 

  • Hidrata tu pelo con aceite de coco virgen extra

 

El aceite de coco virgen extra es una excelente mascarilla y acondicionador para el pelo. Hay muchas maneras de usarlo. Si quieres que se fortalezca y tenga más brillo, aplica desde las puntas al cuerpo cabelludo varias cucharadas de este producto, mientras masajeas. Deja actuar al menos media hora y retíralo con ayuda de tu champú normal y agua tibia. Notarás los resultados enseguida.

 

 

  • Mascarillas caseras, un sinfín de posibilidades

 

Las mascarillas se pueden aplicar en la cara y también en el pelo. Sus efectos varían en función de sus ingredientes. Pueden ser renovadoras, tensoras, aclarantes, estimulantes, hidratantes, exfoliantes… Puedes hacerla con ingredientes caseros, al alcance de todos. Activa tu circulación sanguínea con una de plátano o hidrata tu piel con una de pepino.

 

 

  • _MG_3814-copiaVapor para una belleza segura

 

El vapor abre los poros de la piel y con la sudoración liberamos toxinas y nos desintoxicamos. Asistir al hammam cada cierto tiempo te relajará y te dará un tiempo exclusivo para ti y para tus sentidos. Pero esta experiencia también será beneficiosa para rejuvenecer tu piel, activar tu circulación, oxigenarte y revitalizar tus tejidos. Tu tez quedará lisa y aterciopelada.
Lo mejor de adaptar estas rutinas a tu día a día es que estarás incrementando tu calidad de vida. Pequeño pasos que te cuidan y, por qué no, te miman. Luce una piel luminosa e hidratada con una correcta hidratación interior y exterior. Tu belleza y salud te lo agradecerán.

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