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En la poesía o en los retratos hilvanados con palabras de Machado, Granada era agua. Discurría, permanecía oculta y lloraba sus penas en la Alhambra. La ciudad nazarí sigue conservando las acequias, estanques, fuentes y aljibes del tiempo gozoso en que los Reyes Católicos no disputaban todavía su dominio. El preciado legado musulmán no se diluye con el tiempo y hoy queremos rendirle homenaje en nuestro blog rescatando parte de su historia.

Carrera del Darro, Fuente Wikipedia

Ya en el siglo XI, las manos de quienes adoraban a Mahoma y creían en la expansión de su reino tras su muerte, construyeron la red hidráulica del barrio del Albaycín. Un valioso vestigio situado en la Placeta del Cristo de las Azucenas, junto al parque de Santa Isabel la Real.

El Aljibe del Rey, la reserva de agua más preciada de Granada

Pero había un lugar donde todos ponían sus ojos: El Aljibe del Rey, uno de los más importantes por su gran capacidad: 300 m3. Abastecía por sí mismo a los palacios de la corte zirí y a todos los colindantes a la Alcazaba. Las bóvedas que lo recubren están agujereadas. Por esos huecos se recogía la lluvia para asegurarse, en épocas de carestía, las reservas necesarias. Esta agua se potabilizaba posteriormente a través de un proceso bien diferente al actual.

Su antiguo depósito, o cisterna, tiene poca hondura y se conserva en buen estado, igual que el canal de derivación que daba paso al agua desde el ramal al aljibe. Que permanezca en buenas condiciones después de los siglos que han pasado se debe a que en aquella época el mantenimiento de estas construcciones era un asunto prioritario en la política árabe. Dependía la estabilidad y supervivencia del territorio y sus gentes.

Y es que los aljibes fueron pensados para el aprovechamiento del bien más preciado. Aunque ya con los Reyes Católicos al mando, se convirtió en objeto de comercio. El Teniente de Alcaide de la Alhambra, Fernando de Contreras, abrió la veda en 1605 vendiendo el agua del aljibe a los aguadores para que éstos, a su vez, la vendiesen en la ciudad. Los perjuicios de los vecinos de la fortaleza nazarí acabaron en peticiones al Rey Felipe por su derecho de abastecerse del agua granadina sin ninguna traba.

Si quieres saber más sobre el agua en Granada y sus aljibes te recomendamos visitar Fundación Agua Granada, donde podrás consultar rutas y visitas guiadas. Después de esto, nada como sumergirte en las aguas de Hammam Al Ándalus. Déjate llevar por tu imaginación y traspórtate a la mágica época andalusí.

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