Decía el escritor Eduardo Galeano “la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré”. Entonces, se preguntaba, “¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar”. La confianza es uno de esos valores que alguna vez hemos llegado a tocar con la punta de los dedos y justo en un espacio de tiempo muy corto, se distancia milimétricamente de nosotros para empujarnos a buscarla sin cesar. Pocos la experimentan por temporadas continuas y la mayoría nos dedicamos a perseguirla por el resto de nuestra vida.